Un reloj que no funciona dos veces al día da la hora correcta
Nadie está del todo equivocado y dudar de todo una vez en la vida
Un reloj, aunque esté roto, aunque no funcione, de todas maneras, dos veces al día indica la hora correcta.
Esta idea que es excelente para enseñar de que no todo el mundo está equivocado y que nadie tiene 100% la razón, entre otros análisis, la leí por primera vez en el libro “EL Diario de Ana Frank”
El padre de Ana se lo dice a ella.
Cada vez estamos mas polarizados, por un lado o por el otro. Si sos de un bando no podes opinar nada positivo del otro.
Yo en mi joven juventud era fanático de fútbol, la verdad que solo seguía esas tendencias de un amigo por otro amigo que era hincha de y bla bla bla.
Un día por determinado evento, me di cuenta que no valía de nada ser fanático. No te paga.
Mi madre me decía “¿acaso te pagan?” y la verdad es que tiene razón. Hoy en día lo disfruto. Soy simpatizante de algún equipo, juegan y gana lo disfruto. Pierde no me amargo y sigo con la vida porque la cuenta del banco nadie me la paga.
Yo soy de Peñarol de Uruguay. Mi hijo es de Nacional. Son rivales históricos. Hace un tiempo estuve por Uruguay y fuimos a ver un partido de Nacional. Él no me dijo nada, pero sé que ese simple hecho le cambió la manera de ver las cosas, aunque sea un poco. Disfrutamos el partido y para mejor ganó Nacional, con un gol agónico. Típico de los equipos de Uruguay.
El punto es que estamos tan polarizados que pocos entienen lo importante de pensar libremente o de intentarlo.
¿Si un tipo por más despreciable que sea dice algo que es correcto que hacemos? ¿Negamos lo que dice por más que sea correcto, solo porque lo despreciamos?
Por ejemplo: Hitler es por lejos de los que se ganan todos los números para entrar en esa categoría de los más despreciables. Para nuestro ejemplo: Si Hitler dice que 2 +2 son 4. ¿Vamos a decir que está equivocado?
Sí, se que es un ejemplo que raya la boludez, pero es un ejemplo para hacer el ejercicio.
Aunque nos cueste nadie está equivocado al 100%. Un reloj que no funciona indica la hora correcta dos veces al día.
En el mundo empresarial por otro lado, en algunos lugares más que en otros (hablo de lugares por no decir países, que lo acabo de decir) cuesta que se entienda cuando estas debatiendo una idea.
Mucha gente se lo toma personal, casi como una afrenta. El problema es de corte cultural. Éstas cosas se enseñan desde la infancia y la juventud. Por eso es que en los ámbitos políticos (sanos) en altos niveles terminan las discusiones y los ves abrazados en la cafetería.
No es ninguna conspiración. Es gente que entiende que estaban debatiendo ideas, no era personal. Hoy gana uno, mañana el otro se prepara mejor y le ganará (por lo menos en la parte dialéctica).
De ahí la importancia de elegir bien la gente para trabajar en equipo. Y esa responsabilidad, nunca puede ser de recursos humanos. O no puedes ser solo de recursos humanos. Un líder tiene que ser partícipe, tiene que poder elegir a la gente con la que va a trabajar todos los días y tienen que hacerse cargo de sus aciertos y errores.
Los integrantes del equipo tienen que saber trabajar con otras personas, ser parte de un debate, aportar y aportar sin el ego de que si sus opciones no son tomadas es porque “el jefe no me eligió porque tiene algo conmigo…”
Las bases de las grandes ideas se contruyen sobre cementerios de intentos e ideas que no prosperaron.
Adomani
Pablo
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